A poco menos de un año para las elecciones presidenciales en Argentina, el debate sobre el cambio en la herramienta electoral circula por el Congreso nacional, por los medios y por la ciudadanía.
El apoderado de Unidad Popular, Pablo Sanseverino, dialogó con Argentina Noticias para explicar en profundidad las características y la implementación de cada modelo de boleta.
Primero tenemos que entender que no estamos hablando de un cambio de sistema electoral, sino de un mecanismo electoral. La boleta -de todos los tipos- es la parte instrumental de la gobernanza electoral. En ese sentido, es una de las partes de la administración de la desconfianza. ¿Qué es administrar la desconfianza? Los procesos electorales se producen porque hay distintas fuerzas, porque hay desconfianza hacia el gobierno, desconfianza hacia una fuerza política. Entonces lo que hacen los mecanismos electorales y el sistema electoral en general es administrar esa desconfianza, le da confianza a esa desconfianza para que esa desconfianza termine plasmada en una votación y en unos nuevos candidatos, en un nuevo gobierno o se ratifiquen los que estaban”, expresó Sanseverino.
En esta línea, remarcó que “hay una arena de debate que es política y lo que hacen las elecciones es saldar esa discusión, por eso es tan importante que los mecanismos electorales sean lo más transparente posible para que no haya desconfianza sobre el resultado de las elecciones, fundamentalmente sobre el concepto de fraude y esos temas”.
En cuanto a la confiabilidad del sistema electoral argentino, aseguró: “Creo que es bastante confiable porque en general no ha habido denuncias de la suficiente entidad para que podamos decir que no lo es. De hecho, cuando hubo interrupciones del sistema democrático o cuando se impuso gente fue por dictaduras o por crisis política, pero no por el sistema electoral o porque hubo un fraude”.
Sobre el debate principal, es decir la herramienta que se propone hoy, especialmente desde la oposición, Sanseverino enumeró las ventajas y desventajas de los modelos presentados a discusión. “Hay ventajas económicas porque no hay que invertir una cantidad muy importante de dinero en hacer las boletas. Hoy el Estado paga un padrón para las PASO y un padrón y medio para las elecciones generales que es mucho dinero sólo para imprimir”, dijo.
Y agregó: “La ventaja es que acá hay solamente una boleta. Entonces más económica. Otra ventaja es que al estar toda la oferta electoral, si es lo suficientemente clara, va a facilitar el proceso electoral. A veces en las elecciones generales, cuando en la boleta separada tenés varias categorías tenés que cortar boletas y se anulan votos mal cortados o porque hay anotaciones. Todo esto se resolvería en parte. Fundamentalmente la ventaja es que hay mayor confianza en el sistema”.
En cuanto a desventajas, sostuvo: “Entre las desventajas de la boleta única de papel primero está que tenés toda la oferta en una misma boleta, con lo cual no podés poner a todos los candidatos que en la boletas sábanas sí los tenés. Acá podés poner cuatro o cinco. Ahí tenés dos modelos distintos, ambos con desventajas distintas. En el modelo cordobés están todas las categorías en la misma boleta, lo cual hace muy difícil para poder leer los candidatos. El modelo santafesino tiene una ventaja con respecto a eso que es que por cada categoría hay una urna distinta. Entonces eso permite que puedas ver más claramente la oferta electoral”.
Sobre las diferencias entre los sistemas presentados, aseguró: “Los dos sistemas tienen una desventaja distinta. En el sistema cordobés, lo que se facilita es el voto arrastre. ¿Qué es el voto arrastre? En general, estas boletas tienen que tener un logo muy claro adelante de todo. Entonces lo que pasa es que el que vota, vota todas las todas las categorías del mismo logo. Entonces, los partidos fuertes arrastran. El problema de la boleta santafesina es el voto cruzado, porque como son como distintas elecciones cada una la gente vota al candidato que le gusta, y en vez de votar fuerza política vota distintos candidatos. Con lo cual el conteo es infernal”.
Como alternativa –que se está empezando a discutir- Sanseverino habló sobre el voto por niveles, considerando que en un país federal como Argentina, hay elecciones simultáneas en las que se votan autoridades nacionales, provinciales y municipales.
Sin embargo, también destacó que, faltando tan poco tiempo para los comicios presidenciales no es aconsejable implementar cambios en esta ocasión: “Tanto en la boleta única de papel como en la boleta única electrónica hubo pruebas piloto antes. Esto hay que ensayarlo y ver cuántos errores hubo. Yo creo –y esta es mi opinión personal- que acá no se está discutiendo realmente el tema de la boleta única sino otras cosas que tienen que ver con poner en discusión la confiabilidad del sistema”.
En este sentido, añadió: “Están buscando argumentos para la legitimar la boleta única o la boleta separada, no por cuestiones de la boleta en sí, sino por cuestiones políticas. Me parece que no ayuda a una discusión seria de este tema”.
Consultado por el cuál sería el sistema ideal, el apoderado de UP dijo: “No tengo una preferencia en cuanto a un tipo de boleta, pero igual creo que es la boleta única electrónica. Pero pensando en las elecciones del año siguiente creo que lo que habría que hacer es la boleta única de papel porque es la que menos cuestionamiento tiene”.
Y explicó: “Mucha gente se confunde, la boleta única electrónica no es el voto electrónico. Son dos cosas diametralmente distintas. En el voto electrónico uno emite el voto, no sabe que votó y la máquina es la que hace el cómputo. Ese sistema es el que está cayendo en los países que lo fueron implementando porque es plausible de ser hackeado, y aunque no te hayan hackeado, vos no sabes si la máquina te dice cualquier cosa. En cambio la boleta única electrónica es -en la forma más sencilla- una impresora, una máquina que apretás y te imprime la boleta. A esa boleta la metes en una urna y ahí dice lo que vos votaste”.