El pasado jueves 16 de diciembre funcionarios del Ministerio de Salud de la Nación se reunieron con autoridades de la compañía farmacéutica Pfizer para avanzar en las negociaciones por la compra de una píldora contra el coronavirus que produce la empresa a nivel mundial y que permite utilizarse en las casas. Es el primer medicamento antiviral contra el Covid-19.
La audiencia fue virtual y se desarrolló desde las 13 horas, teniendo a Mauricio Monsalvo, el secretario de Gestión Administrativa del Ministerio de Salud como principal representante por el Gobierno y a Ignacio Romano, director del negocio de vacunas de Pfizer como referencia de la compañía.
Además, según consta en el registro de Audiencias del Ministerio del Interior, en el encuentro también hubo otras seis personas: Santiago Veiga, Alejandro Chevalier y Sandra Maza por Pfizer, y Juan Manuel Castelli, Manuel Limeres y Natlia Grinblat por el Gobierno.
En el resumen de la reunión se adelanta el posible acuerdo entre Nación y Pfizer por la compra del producto, que fue noticia a nivel mundial en las últimas horas por la novedad que representa que pueda ser ingerido por quien presenta síntomas y por el hecho de ser un medicamento alternativo a la vacunación.
El antiviral fue aprobado para su uso este miércoles en Estados Unidos y la semana pasada en Europa. Se convierte así en el primer tratamiento hogareño para combatir el virus y frenar el avance de la variante Ómicron.
La FDA, el ente regulador de medicamentos en EE.UU., anunció su decisión en un comunicado y especificó que la pastilla puede usarse para tratar casos de leves a moderados de covid-19 en adultos y menores de 12 años que pesen al menos 40 kilos.
Para acceder al tratamiento, especifica la FDA, los pacientes deben contar con una prueba positiva de SARS-CoV-2 y además tener un alto riesgo de progresión hacia cuadros graves, incluida la hospitalización o muerte.
«Paxlovid está disponible solo con receta y debe iniciarse lo antes posible después del diagnóstico de covid-19 y dentro de los cinco días posteriores al inicio de los síntomas», detalló el organismo.
La relación con Pfizer
Luego de un año de idas y vueltas constantes en la relación entre el Gobierno y la farmacéutica estadounidense, a partir de la oficialización de la compra de vacunas de parte del Estado nacional el vínculo se aceitó y en los últimos meses, ya con millones de dosis de Pfizer en el país, las reuniones fueron repetidas.
Hasta julio de este año, y más de 12 meses después de que la empresa comenzara a testear -en Argentina incluido- sus vacunas contra el coronavirus, Argentina no había cerrado acuerdos comerciales con Pfizer.
Más allá de que hubo reuniones periódicas de junio a diciembre de 2020, hubo dos en septiembre del año pasado en las que se dialogó específicamente de cómo iban a ser los términos legales de un eventual acuerdo por la compra de vacunas.
Las negociaciones estaban tan avanzadas que directamente en ambos encuentros se reunieron Monsalvo y Alejandro Chevalier, el director de Legales de la compañía. Es decir, el diálogo previo entre las máximas autoridades de ambos equipos había prosperado y se pasó a las segundas líneas, para que pudieran ajustar la letra chica.
Pero poco después de esas dos cumbres en Salud, a fines de octubre, el Congreso aprobó la ley de vacunas que no otorgaba inmunidad a las farmacéuticas. La negociación iba camino a quebrarse definitivamente. Y así terminó sucediendo en diciembre, cuando la compañía y el Gobierno, otra vez con Monsalvo y Chevalier reunidos, no llegaron a un acuerdo legal debido a la controversial ley que había sancionado el Poder Legislativo.
Hasta el 12 de abril de este año no se retomó el diálogo, que fue activándose poco a poco nuevamente para finalmente cerrar, a fines de julio, el acuerdo por la compra de vacunas a la farmacéutica, que ya estaba probando su desarrollo en toda la región.
Ahora, con un casi cerrado por la llegada de la píldora, Argentina vuelve a acercarse a la compañía estadounidense para avanzar en la lucha contra el coronavirus.