La inflación de 2022 fue la segunda más alta de América Latina por debajo de Venezuela, y para este mes de enero la proyección del Relevamiento de Expectativas del Mercado estimó que el IPC de este mes romperá la tendencia a la baja que se venía observando en los últimos meses y el IPC estaría en el orden de 5,5%, lo que sería 0,4 puntos porcentuales por encima de la inflación de diciembre.
El aumento de la carne se debe a que en 2022 los precios aumentaron en promedio un 42,4% debido a la gran oferta de ganado producto de la sequía por la que el campo no podía alimentarlos y tenía que rematarlos; en este punto, el aumento de la carne estuvo 62,4 puntos porcentuales por debajo del IPC nacional que marcó un 94,8% en el año. Lo que está haciendo actualmente el sector es «recuperar» el atraso en sus precios.
Esta inercia inflacionaria en la carne seguramente también impacte durante el mes de febrero y después otro de los aumentos importantes de este mes es la canasta escolar, que comienzan a comprarse en febrero pero generalmente impactan en marzo que termina siendo un mes como diciembre, estacionalmente inflacionario.
En síntesis, el 2023 es un año que comenzó con una inflación muy por encima de lo que debía para culminar diciembre con la increíble baja que proyectó el Ministerio de Economía al 60 por ciento que se encuentra en la ley de Presupuesto, y a su vez, es el techo que se pretende poner a las paritarias.