Declaró el policía acusado del doble femicidio de su expareja y su excuñada, cometido el en una casa de Arturo Seguí, partido de la La Plata, donde además intentó matar a un hombre que está grave. Dijo que una de las victimas lo atacó «con un palo» y sostuvo tener «recuerdos borrosos y confusos» del hecho.
La fiscal Ana Medina, indagó Nazareno Sebastián Miño,de 38 años, por los delitos de «homicidio triplemente agravado por el vínculo, por femicidio y por el empleo de un arma de fuego» en el caso de su expareja, Victoria Díaz (35), «homicidio doblemente agravado por tratarse de un hombre contra una mujer mediando un contexto de violencia de género y por el empleo de un arma de fuego», en el caso de la hermana de ésta, Castorina Díaz (39), y «homicidio en grado de tentativa agravado por el empleo de un arma de fuego» en contra de la pareja de ésta última, Alcides Martín Lezcano (33), todos ellos «en concurso real».
Miño declaró que fue a la casa para discutir con su expareja cuestiones relacionadas con la tenencia y la manutención de sus dos hijos y que, al intentar hablar con Victoria sobre esos temas, su hermana Castorina lo atacó con un palo por la espalda. Desde ahi dijo tener «recuerdos confusos y algo borrosos» de lo sucedido.
Tengo imágenes del arma en mi mano, yo apuntando, escucho gritos, gritos, y después no sé qué pasó. Solo sé que salí con mis hijos para la calle», sostuvo.
Miño dijo que la separación fue «problemática» y que existieron entre ambos «diferencias en torno a la tenencia de los chicos». Según él por decisión judicial le descontaban el 30% del salario, pero su exmujer «quería más» y lo «presionaba con los nenes» no permitiéndole verlos.
El acusado dijo que comenzó a dormir mal y no tenía ganas de hacer nada. Si mencionó la denuncia de violencia que había realizado Victoria y sostuvo que Asuntos Internos le quitó el arma, lo mandó a una junta médica y psicológica. Según dijo realizó un tratamiento «de unas seis sesiones hasta que lo rehabilitaron».
Admitió haber estado internado «dos semanas» en el hospital neuropsiquiátrico de Melchor Romero por «un brote de emociones».