El escudo de estas mujeres es el amor infinito. Sin importar sacrificios ni obstáculos, nada las detiene por el bienestar de sus máximos tesoros, sus hijos. Crónica conversó con ellas en el Día de a Madre.
Representan la piedra fundamental de todo ser, la protección que sólo ellas pueden dar, y por la cual sus hijos caminan seguros y tranquilos por ese largo trayecto llamado la vida. Sin importar sacrificios, ni obstáculos, nada las detiene en pos del bienestar de sus máximos tesoros, dado que su escudo es el amor inconmensurable hacia ellos.
Justamente Emilce puede dar fe de ello, a sus 72 años, madre de siete hijos, tres varones y cuatro mujeres, que constituyeron el soporte y el motivo para no rendirse.
En este sentido, la mujer oriunda de la localidad bonaerense de Merlo, remarcó que su «mayor orgullo es que nunca los abandoné». A pesar que las circunstancias le plantearon serias dificultades, como quedar a cargo de sus dos primeros hijos siendo muy joven, y volver a formar una familia y nuevamente afrontar la soledad pero con cinco niños más. Al respecto, Emilce enfatizó: «Me quedé sola, bien sola, porque en esa época no teníamos la ayuda y la protección de ahora. Encima, uno de mis hijos, Ángel, nació con un problema de salud, y deambulé por muchos lugares con él hasta que sanó.
A su vez, las urgencias económicas estuvieron a la orden del día, y en consecuencia se vio obligada a salir a ganarse el ingreso realizando diferentes actividades como empleada doméstica o elaborando pan casero y rosquitas. Un esfuerzo enorme pero que no la conforma, incluso hoy, a la admirable madre, quien reconoce «Sé que sufrieron mucho a mi lado, porque de mí solo recibían pequeñeces, no había lujos. Pero ellos me tenían solamente a mí. Entonces había que fingir que estaba bien, llorar a escondidas y levantarme al otro día para salir adelante porque los siete me necesitaban».
Un rol materno ejemplar y similar, a pesar de la diferencia de edad, lleva a cabo día a día Micaela, de 23 años, mamá de Ciro y Eliel, de 4 y 2 años.«Les regalo mi tiempo completo, porque cambiaron mi vida, la hicieron maravillosa, y por eso trato de desvivirme por ellos», aseguró y vaya que lo hace. Puesto que, a su corta edad, refleja una madurez que se cristaliza en sólo abocarse a sus hijos, ya sea en el cuidado o en la manutención, por eso divide sus horas entre la crianza y el trabajo, no dejando un minuto para ella misma. Si bien desde afuera puede significar una razón de elogio y de admiración, la joven de Alejandro Korn lo toma con naturalidad, al expresar que sus «hijos son la razón de vivir, por más que sea un desafío gigante, siempre dispuesta a darles lo mejor».
Sol también es madre de dos pequeños: Joan, de 6 años, y Morena, de 5 años. El mayor de ellos sufre síndrome de West y epilepsia refractaria, afecciones por las que debe estar conectado a un respirador artificial. Por su cuadro de salud, el niño llegó a experimentar 52 convulsiones diarias, y por lo tanto, cinco paros cardiorrespiratorios, y por si fuera poco, padeció un derrame cerebral. Ante tan extremo panorama, «muchas veces me dijeron: Mamá, despedite, y me dieron cuidados paliativos, pero le rogué mucho a Dios. Nunca pensé en dejarlo morir, en no luchar por él», contó. Una fuerza que la propia mujer encuentra causa en «ver a mis hijos, estando como ahora con ellos en el sillón, mirando dibujitos.
También es dable mencionar las Madres de los comederos que dan amor , cariño , afecto y apoyo a los niños/as y lo mas importante un plato de comida .
FELIZ DIA DE LA MADRE LE DESEAMOS DESDE ARGENTINANOTICIAS.COM.AR Y PRIMICIAS 365.COM Y FM BRIAMB 88, 7 MHZ.